Regresaban de un día sin naufragios, la luz de los jardines, la hojarasca, latiendo tras sus rostros vivos. Un rastro de ebriedad, altos balcones, el don de atestiguar el frágil rumor del privilegio. Hacia un cuartel de sombras, de calma hecha jirones y por el miedo, volvían entre frases y sentencias precisas. El eco de […]