…Y es que Santiago Pablo Romero, poeta al fin, consigue hacer que ese temblor suyo se haga nuestro, que esa vision casi enajenada que lo consume, esa inocencia, esa credulidad sin limites del amor, se asome a nuestros sentidos y nos haga ver. Pideme regadios en el desierto Uvas entre los dedos, y miel en […]