Las Cartas Que Escribí

El amor, a diferencia de cualquier otra aventura en la vida, sólo puede dejar un sabor, el amargo de las almendras rancias. Si el amor decide irse, suele llevarse consigo el sabor a todas las cosas dulces del mundo, dejando tras de sí el sabor a un futuro pincelado con amarguras encadenadas. Esas amarguras suele […]