Matrioskas

«Yo sabía que adoraba a aquella criatura. ¡Cuántas veces antes no me había mirado en aquellos ojitos oscuros, brillantes como moras al sol, derritiéndome ante la confiada inocencia que en ellos flotaba! El otro día fue diferente. Atravesé el umbral de sus pupilas y me perdí en lo hondo de su mirada, donde descubrí conmocionado […]